Seguimos con influencia del Huracán. Aunque por la mañana hay Sol, por la tarde caen tremendos chaparrones y a veces tengo que parar por que el limpiaparabrisas del Moscovich funciona activándose desde un interruptor en el centro del salpicadero. Este, solo tiene una marcha bastante lenta y hay que pararlo cortando el interruptor manualmente.
Imaginaos tomar una curva con el suelo lleno de agua, con los dos pies en el aire para poder accionar el embregue y dar toques de freno y tener que activar el limpiaparabrisas al mismo tiempo. Es que sólo imaginárselo ya cuesta, pero cuando me vi en el problema, decidí que en los momentos de mucha lluvia me debía parar por seguridad. La lluvia arrecia y me estaciono debajo de un árbol en la Calle San Rafael, no hay nadie por la calle. Una patrulla de policía que va en un Lada, se para justo a dos metros de mí. Es imposible avanzar con estos limpiapiaparabrisas que no drenan lo suficiente. Ellos me miran, intentando buscar un pretexto para llamarme la atención, pero creo que el agua que cae les invade y se dejan llevar por la pereza. Simplemente me observan.
La bandeja que va delante del cambio de marchas. Esa en la que se dejan llaves, documentos o el dinero para poder dar alguna propina de aparcacoches, (aquí son los parqueadores) tiene la particularidad de inundarse cuando llueve ,así que mejor no dejar objetos. Cuando me di cuenta era tarde todo estaba mojado .Menos mal que no puse dinero de papel. Por la noche no ves el agua y tiene bastante mala leche porque metes la mano y te mojas. Por supuesto en curvas pronunciadas el agua se sale de la bandeja y cae al suelo en el que sueles tener los pies en chancletas, pero como está haciendo calor sirve como un sistema de refrigeración ecológico. Esto no esta incluido en la ingeniería rusa pero sin querer les ha salido un buen sistema.